Llega la época del año en la que más apetece estar al aire libre, disfrutar del sol dándote en la cara, y como no, de hacer barbacoas.
Siempre que he me han invitado a una barbacoa, he disfrutado muchísimo, sobre todo de la compañía de mis mejores amigos y familia. Pero siempre me falla una cosa, el café de después de la comida. Y ahora que mi amigo Mario ha comprado una barbacoa en quedamos todos los martes a mediodía en su casa y el tema del café siempre sale a relucir.
Yo soy muy tradicional en eso del café, y me tengo que tomar uno cada día después de comer, o sino me dormiré en la sobremesa. Y es algo que llevo haciendo tantos años, que cuando no me le tomo lo noto muchísimo. Llámalo mono, llámalo costumbre, pero lo necesito, sino me empieza a entrar un bajón, me duele la cabeza y no soy persona.
El caso es que cuando voy a una barbacoa al aire libre (no en una casa), la gente no suele llevar café, y si lo lleva es en un termo que han hecho por la mañana y ya está más pasado que pasado.
Yo estoy acostumbrado a mi café de máquina Nespresso que hace un café muy similar al de la cafetería, profesional a tope. Así que os podéis imaginar como se sienten mis papilas gustativas al ponerlas en contacto con esa clase de cafe de cafetera de filtro. Lloran, pero no precisamente de alegría.
He estado experimentando y estrujándome los sesos para ver como podía llevar un café decente a la próxima barbacoa, ya que no puedo llevarme la máquina de café (no hay donde enchufarla, y no iba a quedar muy bien con ella a cuestas) y no hay ninguna cafetería cerca del lugar donde vamos al campo.
Hay varias opciones que he contemplado, una es hacer el café con mi máquina por la mañana, y meterlo en un termo para tomarlo después, pero sinceramente, el café no está tan bueno como recién preparado, con su espuma intacta y sus tonos de color rojizo y marrón.
Además, a mi me gusta sólo, pero claro, no todo el mundo puede aguantar un café sólo, y si no hay leche a ver como se lo toman. Me van a tachar de poco empático y comprensivo, y a lo mejor no me vuelven a invitar a más barbacoas. Así que carga con otro termo de leche caliente.
Otra opción es comprar en el supermercado estos cafés take away que venden en la sección de refrigerados, creo que son de la marca Kaiku. Los he probado varias veces, y para un día con prisas están bastante bien.
Son unos envases que están muy bien para llevar a los sitios, y hay unas cuantas variedades, con crema, descafeinado, con un toque de vainilla, capuchino, expresso y light, para todos los gustos.
Lo malo de estos cafés es que son caffe latte, no café sólo. Pero bueno para un apaño están bien. El problema en este caso es que en una de nuestras barbacoas nos podemos llegar a juntar unas 30 personas, sin exagerar, incluso a veces más.
Entonces tendrás que llevar por lo menos 30 cafés de estos para llevar (no voy a llevar para mi sólo) lo que me saldría por un ojo de la cara el café.
Luego también hay estos sobres instantáneos que puedes disolverlos en agua caliente y son más económicos, pero tendría que llevar otro termo con agua caliente para añadirlo porque añadirlo por la mañana y dejarlo hasta horas después como que no creo que esté muy bueno.
Todavía no he dado con la clave para llevar un café decente para mi paladar a las barbacoas de este verano, pero seguiré experimentando, o durmiéndome.
Si alguien sabe que es lo que podría llevar, ¡que me de una idea!