Si te gusta el café, te encantarán los espressos mezclado con leche caliente que culminan en una superficie espumosa con un bonito dibujo, también conocido como arte latte. Y aunque pienses que estos dibujos solo pueden ser realizados por un barista, tú también puedes hacerlos en tu propia casa.
Una vez que hayas dominado la técnica de espumar la leche, puedes llevarla más lejos creando un dibujo básico con espuma de leche.
Pero antes de comenzar a crear el diseño más básico del arte latte, repasemos algunos fundamentos.
Todo lo que necesitas para hacer arte latte es:
Antes de nada, hay que asegurarse de que todos los elementos que vamos a utilizar estén limpios. Esto es especialmente importante en el vaporizador de leche, que hay que limpiarlo después de cada uso, para que el conducto esté libre de cualquier resto de leche.
Llena la jarra con leche fría (nunca caliente). Por lo general se usa leche entera, pero no hay demasiada diferencia si utilizas semidesnatada o desnatada. Sumerge el vaporizador en la leche y enciéndelo. Si ves que empiezan a formarse burbujas muy grandes, significa que el vaporizador está demasiado alto.
Puedes inclinar la jarra hacia ti para ver el interior. La leche debe estar girando uniformemente. Es aconsejable mantener la jarra baja, pero luego levantarla a medida que se calienta, para que el vaporizador gire más profundamente en la jarra.
Cuando la leche alcance los 60-80º C, apaga el vaporizador. Los baristas saben comprobar la temperatura simplemente con el tacto, pero si no tienes experiencia, utiliza un termómetro para ser preciso.
Golpea suavemente la jarra en el mostrador. De este modo se dispersan las burbujas grandes y se obtiene una espuma más espesa. Gíralo un poco y la leche estará lista para ser vertida. Debe tener una textura cremosa, no sólo espumosa.
Por otra parte, si no tienes una máquina de espresso con vaporizador, puedes preparar la leche fácilmente en el microondas. Será tan buena como si lo hubieras hecho en una máquina de espresso, y tal vez un poco más simple para los principiantes.
El arte latte es más fácil de hacer en una taza redonda. Vierte el espresso en el fondo de la taza y luego agrega una pequeña cantidad de leche vaporizada y revuélvelo para incorporarlo.
Las claves del arte latte son la velocidad y la altura del vertido.
Inclina la taza en un ángulo de 45 grados con una mano, y con la otra vierte la leche en el centro a una distancia bastante alta para que la leche llegue al fondo de la taza. Esto permite que la leche y el espresso continúen incorporándose, creando un color marrón claro que será el telón de fondo de tu diseño. Puedes verterlo con un movimiento circular para asegurarte de que se mezclan bien.
Al llegar a la mitad de la taza, acerca la jarra a la superficie. Esta capa no se mezclará con el café, creando una distinción entre la espuma blanca y el cuerpo del café con leche.
Comenzando por el lado más alejado de ti, vierte la espuma en la taza y tira la jarra hacia ti, creando un círculo blanco. Una vez que llegues al otro lado de la taza, arrastra el hilo de leche a través de la taza, "cortando" el círculo en un corazón.
En este vídeo puedes ver todo el proceso lentamente, creando diferentes dibujos en el café:
Cómo hacer una flor
Este dibujo parece más complicado que el corazón, pero no lo es en absoluto. Simplemente tienes que practicar varias veces para perfeccionar la técnica.
Inclina tu taza 45 grados y comienza a verter la leche, pero no sostengas la jarra demasiado cerca de la taza. Asegúrate de que el chorro de leche sea fino, de modo que cree la base a medida que se hunde en el fondo.
Cuando la taza esté llena tres cuartos, acerca la jarra hasta que descanse sobre la taza. Una vez que la jarra toque la taza, vierte un poco más de leche y verás un punto de espuma blanca. En este punto, comienza a mover la jarra de un lado a otro, con movimientos en zig-zag.
Cuando llegues al final de la taza, disminuye el flujo de leche, levanta la jarra y comienza a mover el chorro de leche hacia adelante a través del centro.
Una vez domines estas dos figuras, puedes practicar con algo más difícil, como un oso, un cisne, e incluso integrando otros ingredientes, como cacao o sirope de chocolate. Para evitar que el sirope se hunda hasta el fondo, es necesario hacer que la espuma sea más gruesa, lo que lo mantendrá en la parte superior.
Un palillo de dientes o una herramienta especial para el café pueden ayudarte a crear todas las figuras que desees. ¡Solo necesitas mucha práctica!